os recomiendo este fantástico lugar for una noche

Encantador espacio, acogedor entorno, ideal para relajarse después de un día de exploración de la naturaleza, con un delicioso desayuno casero que merece la pena disfrutar y una piscina exterior que invita a refrescarse bajo el sol.

La estancia ha sido fantástica

La estancia fue ridículamente incómoda. la ducha con un flujo de agua horrible y el soporte roto,como si eso fuera un detalle menor. Además, no me ofrecieron una mejor habitación o algún tipo de gesto que mostrara aprecio por mi tiempo aquí. Estoy dejando una calificación baja, a pesar de mi intención de hacer una buena reseña.

La ubicación es simplemente espectacular, rodeada de montañas y un paisaje natural que invita a la tranquilidad.

La ducha tenía un mal flujo de agua y el soporte estaba roto, lo que hizo que la experiencia de baño no fuera la mejor.

Pasé una noche tranquila en un lugar donde la comida casera era muy buena. Manel, el anfitrión, fue atento y amable. El entorno invitar a la relajación y disfrutar del paisaje. La piscina exterior era un buen lugar para refrescarse, aunque a veces la conexión de wifi fallaba. Recomiendo llevar coche para explorar la zona. Como amante de la buena comida, me encantó las cenas preparadas con cariño.

La habitación tenía un ventanal que no se podía abrir, lo que hizo que la temperatura fuera incómoda. Algunos insectos fueron un poco molestos y no había mosquiteras.

Gran piscina, entorno tranquilo, cómodo para caminatas.

El ventanal de la habitación no se puede abrir, falta de mosquiteras. Un cobro excesivo por frutas secas que ni siquiera elegimos. Ajustes a precios o una mejor comunicación son necesarios!!!

Entorno perfecto para relajarse, con buena comida. Wifi inestable en la habitación.

Un lugar de ensueño entre montañas, con una habitación acogedora y un desayuno delicioso. La atención es excepcional, y Manel tiene buenas rutas para explorar. ¡Ideal para unas vacaciones de desconexión absoluta!

La ducha no tenía el flujo adecuado, como si el agua estuviera de vacaciones también.

La estancia en la Masía Molí de Tartareu fue agradable. El trato de Manel y Rosa siempre fue cordial y atento. Me encantó la comida casera, realmente bien preparada. La sensación de desconectar en la naturaleza fue extraordinaria. Sin embargo, las camas resultaron incómodas. Algunas almohadas no ofrecían el soporte necesario, lo que afectó mi descanso. Además, la conexión wifi en la habitación era muy limitada y en ocasiones fallaba, lo cual no fue lo ideal. En cuanto a la ducha, el flujo de agua no era óptimo. Si bien fue una experiencia tranquila, estos detalles podrían mejorarse para que el hospedaje sea aún más agradable.

Un lugar para desconectar

La experiencia fue buenísima, con un trato super amable de Manel y Rosa. La comida era casera y deliciosa. Estar rodeado de naturaleza es lo mejor para relajarse. Solo que la conexión wifi era un poco inestable en la habitación, lo que a veces era un fastidio. Pero todo lo demás estuvo genial.

Todo excelente, la tranquilidad y la naturaleza son impresionantes. El desayuno era abundante con embutido, bizcochos y café. Las camas eran confortables y había buena señal de wifi.

Nada, todo excelente.

La estancia fue tranquila y muy acogedora, con un anfitrión excepcional. Manel y Rosa se preocupan genuinamente por el bienestar de sus huéspedes, y la limpieza es impecable. La piscina y el jardín ofrecen un refugio perfecto. Sin embargo, los precios de algunos productos son un tanto elevados.

Recomiendo mucho para parejas buscando desconectar

La verdad que el entorno era tan amplio, natural y tranquilo que te invitaba a simplemente relajarte y disfrutar del momento. Y los desayunos eran un deleite, con productos locales, parecía que cada bocado era un pedazo de cielo en la tierra.

No era barato, pero la calidad estuvo a la altura.

Las camas eran incómodas, pero el vino servido en la cena estaba delicioso.